viernes, 12 de junio de 2009

BAMBU JAPONES

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor! Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer?
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que "en tanto no bajemos los brazos" ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo, dentro nuestro… Estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblementecreando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...quizá sólo estés echando raíces...

Autor desconocido


Es mucho lo que se aprender de esta reflexión. Muchas veces pensamos que no estamos obteniendo los frutos esperados, pero realmente están allí, quizás aún no es el tiempo de mostrarse. 
Creo firmemente que el siembra cosecha, a lo mejor no es instantáneo  pero que se dan se dan.
Por otro lado es una invitación a "perseverar", puede que estemos muy cerca del resultado deseado, pero si no tenemos constancia y confianza en lo que realizamos, a lo mejor estamos perdiendo, lo más por lo menos.

R.C. de Interés

1 comentario:

  1. asi es la vida, es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Hay que aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia, lo que nos ocurre y que muchas veces quisieramos resultados inmediatos.

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Gracias tú opinión, es muy valiosa para mí y me agrada conocerla.