viernes, 31 de julio de 2009

EL AGUILA


El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión. A los 40 años, ya sus uñas se volvieron tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se vuelve muy difícil. 
Entonces, tiene sólo dos alternativas: dejarse estar y morir... o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente 150 días. 
Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido, próximo a un paredón donde no necesita volar y se siente más protegida. Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico... hasta arrancarlo. Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una sus viejas y sobrecrecidas plumas. Y después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros 30 años más.
En nuestra vida también nos toca sufrir procesos de re-conversión para no sucumbir. Tenemos quizá que resguardarnos por algún tiempo, meditar, someternos a ciertos sacrificios para llevar a cabo algunos cambios.



Atrévete a renovar y continuar

R.C. de  Interés

3 comentarios:

  1. Tal como el águila, si los seres humanos tuviésemos esa capacidad de rehacernos. Pero no físicamente, sino en forma interna, mental y espiritualmente. Si tuviésemos la capacidad de rehacer nuestra vida, dejando en el olvido el pasado que nos ata, rompiendo los recuerdos hostíles y tristes. Si dejásemos de echar de menos nuestra propia historia con sus recuerdos de amargura. La vida sería distinta, llegada cierta edad podríamos retomar con nuevos y positivos bríos los viejos caminos y volar, volar alto, muy alto hasta donde nadie pueda imitar nuestro vuelo

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  2. Para reanudar un vuelo victorioso, nos debemos desprender de todas las ataduras, costumbres, paradigmas, tradiciones y recuerdos del pasado que nos causan dolor y nos impiden cambiar. Que nos atan al pasado, y algunas veces a la mediocridad y a la falta de ánimo y voluntad para reiniciar la lucha.

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  3. Toma tu decisión de renovarte como el águila, pero recuerda que debes hacerlo con mucha convicción, pasión y entusiasmo.

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Gracias tú opinión, es muy valiosa para mí y me agrada conocerla.