Hoy día de
San Joaquín y Santa Ana se celebra el día de “los abuelitos” en mi país, pero
sobre todo en mi corazón.
Algunos ya
han leído y se han enterado un poco de mi abuelita, a la que adoro.
Entre una y
otra cosa, la boda de mi princesa, luego que puso enfermita (que a Dios gracias
ya sale adelante), le ido variando nuestros almuerzos de los sábados,
últimamente por los Hangouts, en los que estos muy entusiasmada aprendiendo y
compartiendo; siempre le llamo religiosamente todos los días, y la visito cada
vez que puedo.
Pero,
cuando yo voy, ella ya viene… (Esto fue justo el viernes pasado)
- halo
- que
haces?
- Limpieza
Aby (mentira trabajo unos bocetos)
- Ahhh,
muy bien así estará todo en orden cuando llegue ( ya se invito –pienso-)
- Claro
esta bien el lunes
- No,
el lunes estoy ocupada, será sábado como siempre (zass, empiezo a pensar por
donde me escabullo hay HO)
- Ahhh,
creo cualquier otro día queda, pensaba ir al dentista o encerar el piso
- No,
para nada, es el sábado, y como ya me queda poco… (prepárate, va el
chantaje , me repito… y me respondo: la hace feliz ¿verdad?, vamos ¿qué cuesta
darle gusto?)
- Sabes
no tengo tu Nit( # de Identificación Tributaria), a mano, para la factura, y
paso comprado las “feas hamburguesas “ para no complicar ( va el # de la
factura, ella compra y yo pago, además ya tiro el anzuelo “ feas”, se que esta
enganchando, y la dejo: - porque la adoro- , un poquito de trabajo, nada me
cuesta si la hace feliz –me repito- mientras de reojo veo, todo lo que hay que
super sacudir, porque como quien no dice nada: pasa el dedo por todos lados: y
lo muestra como encuentre polvo)
- Claro,
me hubiera gustado, la sopa de pollo y
verdura que haces, que no me queda y nunca encuentro la receta
- (jaja,
me hago un tantito la desentedida) ahhh la receta te la doy ya
- No
porque apenas puedo leer y escribir, con
este problema de la macula (está vez se refiere al ojo, algo también ha visto
en Discovery Channel)
- Paso
por las hamburguesas, ya sabes que almuerzo a las 12, y llego desde las 9:30 am. (afirma), además de feas, estarán frías y recalentadas,
“solo a ti te gustan”, - sigue de
victima – pero, lo bueno es que nos veamos, en tu casa, y no tengo ganas que sea un restaurante ( por si me escabullía por
allí)
-
…
- Sabes
ya revise, tengo todo lo que lleva la sopa, te la preparo
- Ahhh
entonces llego desde las 8:00 am, si puedes hacer la receta doble, mejor –contesta
de inmediato - , digo lo mismo, cuesta pelar y picar 3 que 6 zanahorias y así
me traigo un “topper” para la casa (estoy pensando que de milagro no se le
ocurrido, que le cocine todos los días o casi todos, con reparto de domicilio)
El caso es que es que el viernes por la noche,
me quede picando las verduras y el pollo, además de limpiando (por todos lados
veía polvo), al día siguiente cuando sentí, me despertó, la bocina de su carro,
vi el reloj de reojo, 7:55 am. Era de esperarse, más puesta que un zapato, y yo
con los brazos abiertos; con el sentimiento del Hangout, pero chochando a la
abuelita.
Brinque de la cama, me trabe un delantal y le abrí,
en un solo.
Entro como siempre revisando todo, le serví el café, la deje puestecita en el sol, y le dije que
solo me bañaba y regresaba… de allí para adelante: "toda para ella", la comida estaba lista, y "ella como siempre había elegido el menú a la carta"... me volvió a
contar de sus enfermedades, de lo que ha visto en la televisión, de sus amores,
de cuando yo era pequeña… y yo: como que era la primera vez, que me lo decía, -y es que realmente cada vez,- hay un nuevo
gesto, algo que le añade, o algo que mi corazón quiere encontrar.
Lo que es innegable es que la adoro. Y por más
que refunfuñe, a veces, se que ella a mí.
Autor: Regina Castejón
de la vida real
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Gracias tú opinión, es muy valiosa para mí y me agrada conocerla.