Este posee un sistema auditivo muy avanzado, una especie de sonar, que le permite volar en la oscuridad y capturar insectos mediante la ecolocación.
El profesor Hughes dice: “Imagínese un sonar superior al de los submarinos más modernos. Pues ese es el sistema que emplea un pequeño murciélago que cabe fácilmente en la palma de la mano. Contando apenas con un cerebro más pequeño que la uña del dedo pulgar, es capaz de calcular distancias y la velocidad de vuelo, e incluso de identificar la especie de insecto que buscan.
Puesto que la ecolocación exacta también depende de la calidad de la señal sonora emitida, los murciélagos poseen “la habilidad de controlar el tono de su voz de tal forma que despertarían la envidia de cualquier cantante de ópera”, dice cierta obra. Algunas especies tienen también unos intrincados pliegues en el hocico que, según parece, les permiten emitir chillidos como haces de sonido. Con todas estas “prestaciones”, el sonar de los murciélagos es tan avanzado que puede producir una “imagen acústica” de objetos tan delgados como un cabello.
Además de los murciélagos, emplean la ecolocación al menos dos tipos de aves: las salanganas de Asia y Australia y los guácharos de la América tropical. No obstante, parece que estas aves solo la usan para volar por las cuevas donde pernoctan.
Fuente: Planetacurioso.
Las ondas de sonido se pueden utilizar para ver, como pasa
en estos animalitos, las personas y la
mayoría de los animales, vemos usando las ondas de luz (ecolocación)
R.C. de Interés
Si, pero cuando les duele la cabeza no les debe hacer ninguna gracia oir tan bien!
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