Me asaltaron.
Un día domingo fui por la mañana al supermercado. Al regresar empezamos a bajar las cosas del carro a la cocina con la empleada, y al mismo tiempo empecé a cocinar…En esas vueltas estaba cuando de repente un hombre entró, y dijo:
- Soy policía, policía, policía. Yo al no caer en cuenta aun le dije:
- Hablamos afuera, no tiene nada que hacer adentro, más tarde en decir esto que el hombre en quitarme el cuchillo que tenia en la mano, agarrarme del pelo, y ponerme la pistola en la boca…
Entonces, me dije, eso que crees que nunca va a pasar, esta pasando, ME ESTÁN ASALTANDO, calma, y a la fecha al referirme a los ladrones dijo el "señor", yo que soy tan mal hablada, me volví educada en un instante: - Si sr. - No sr.
Eran cuatro asaltantes, la hora 12:00 – 12:10 am. En plena luz del día.
- ¿Quién más esta en la casa? pregunto
- Mi hijo, en su cuarto (19 años) lo fueron a traer dos de ellos, por supuesto encañonado, pateado, etc. Todo el tiempo decían : te vas a morir…
Nos amarraron a los tres con corbatas, de los pies, manos y boca, solo que a mi hijo adicional le pateaban y le amarraron con el cordón del la plancha (veían en el una amenaza) alcancé a decirle:
- tranquilo, no hables, no nada.
Cuando me quitaron la mordaza de la boca, me llevaron a mi dormitorio, recuerdo que pensé: me van a violar.
Y volví a hablarme a mi misma, tranquila, si ese es el caso, tranquila, tienen a mi hijo.
Les llamó la atención que había una cómoda con candado,
- ¿Qué tenes allí cabrona? Porque ellos no me decían señora.
- Nada los teléfonos…conteste
- XZXZX no nos mientas …..y zas volaron el candado y efectivamente estaban los teléfonos, entre rabia y curiosidad, pregunto el hombre que no quitaba la pistola, siempre en la cién o en el cielo de mi boca
- y ¿Por qué???
- Mis hijos hablan mucho por teléfono y los castigue.
Fueron los 40 minutos más largos de mi vida.
Entre otras cosas pidieron, las tarjetas de circulación de los carros, las llaves, etcétera.
Amén de dinero, joyas, laptop. Le dieron la vuelta completa a la casa, vaciaron los closets (revisando me imagino) todo tirado, pero eso no te afecta, me preocupaba mi hijo, o que pudiera llegar alguien porque uno de ellos, él que tenia encañado a mi hijo, no tenía la mano firme, (como él que me tenía a mí), sino que le temblaba la mano, y lo que corría por mi mente, es : ¿a qué hora se le va un tiro?
Afortunadamente, se llevaron el recuento de los daños y uno de los carros, dejándonos amarrados.
- ¿Cómo me desamarre de una mano? No lo se, y alcance el teléfono para pedir ayuda. Y no se porque cerré las cortinas, como si con eso pudiera alejarlos.
…….
Unos días después, fui a un funeral del cuñado de una amiga, lo habían asaltado igual, en su casa estaba su esposa y tres chiquitos, solo que cuando los asaltantes se fueron, él logró desamarrarse, igual que yo cerré las cortinas, quiso cerrar el portón, más uno de ellos le disparó, y su final fue diferente, falleció.
R.C. de Interés
- una historia real, que cambia mi vida por completo, no por los golpes físicos, sino por lo emocional, principalmente se siente una impotencia, de poder proteger a tus seres queridos ( en este caso a mi hijo), y siendo en mi casa, (lo que se supone que es tu lugar seguro) uno se queda "aterrado" -
Un día domingo fui por la mañana al supermercado. Al regresar empezamos a bajar las cosas del carro a la cocina con la empleada, y al mismo tiempo empecé a cocinar…En esas vueltas estaba cuando de repente un hombre entró, y dijo:
- Soy policía, policía, policía. Yo al no caer en cuenta aun le dije:
- Hablamos afuera, no tiene nada que hacer adentro, más tarde en decir esto que el hombre en quitarme el cuchillo que tenia en la mano, agarrarme del pelo, y ponerme la pistola en la boca…
Entonces, me dije, eso que crees que nunca va a pasar, esta pasando, ME ESTÁN ASALTANDO, calma, y a la fecha al referirme a los ladrones dijo el "señor", yo que soy tan mal hablada, me volví educada en un instante: - Si sr. - No sr.
Eran cuatro asaltantes, la hora 12:00 – 12:10 am. En plena luz del día.
- ¿Quién más esta en la casa? pregunto
- Mi hijo, en su cuarto (19 años) lo fueron a traer dos de ellos, por supuesto encañonado, pateado, etc. Todo el tiempo decían : te vas a morir…
Nos amarraron a los tres con corbatas, de los pies, manos y boca, solo que a mi hijo adicional le pateaban y le amarraron con el cordón del la plancha (veían en el una amenaza) alcancé a decirle:
- tranquilo, no hables, no nada.
Cuando me quitaron la mordaza de la boca, me llevaron a mi dormitorio, recuerdo que pensé: me van a violar.
Y volví a hablarme a mi misma, tranquila, si ese es el caso, tranquila, tienen a mi hijo.
Les llamó la atención que había una cómoda con candado,
- ¿Qué tenes allí cabrona? Porque ellos no me decían señora.
- Nada los teléfonos…conteste
- XZXZX no nos mientas …..y zas volaron el candado y efectivamente estaban los teléfonos, entre rabia y curiosidad, pregunto el hombre que no quitaba la pistola, siempre en la cién o en el cielo de mi boca
- y ¿Por qué???
- Mis hijos hablan mucho por teléfono y los castigue.
Fueron los 40 minutos más largos de mi vida.
Entre otras cosas pidieron, las tarjetas de circulación de los carros, las llaves, etcétera.
Amén de dinero, joyas, laptop. Le dieron la vuelta completa a la casa, vaciaron los closets (revisando me imagino) todo tirado, pero eso no te afecta, me preocupaba mi hijo, o que pudiera llegar alguien porque uno de ellos, él que tenia encañado a mi hijo, no tenía la mano firme, (como él que me tenía a mí), sino que le temblaba la mano, y lo que corría por mi mente, es : ¿a qué hora se le va un tiro?
Afortunadamente, se llevaron el recuento de los daños y uno de los carros, dejándonos amarrados.
- ¿Cómo me desamarre de una mano? No lo se, y alcance el teléfono para pedir ayuda. Y no se porque cerré las cortinas, como si con eso pudiera alejarlos.
…….
Unos días después, fui a un funeral del cuñado de una amiga, lo habían asaltado igual, en su casa estaba su esposa y tres chiquitos, solo que cuando los asaltantes se fueron, él logró desamarrarse, igual que yo cerré las cortinas, quiso cerrar el portón, más uno de ellos le disparó, y su final fue diferente, falleció.
R.C. de Interés
- una historia real, que cambia mi vida por completo, no por los golpes físicos, sino por lo emocional, principalmente se siente una impotencia, de poder proteger a tus seres queridos ( en este caso a mi hijo), y siendo en mi casa, (lo que se supone que es tu lugar seguro) uno se queda "aterrado" -
Terrible querida tu narración. gracias a Dios puedes contarlo, eso es lo que importa lo demás es material, qque estes bien cuidate, te envio un abrazo y mucha luz desde Israel.
ResponderEliminarQué terrible historia, R.C.. Lamento mucho la angustia que debieron vivir tu hijo y tú misma. Pero ya pasó y eso es lo bueno, que puedes contarlo y que has logrado torcer la historia hacia el lado de la vida y no como le ocurrió al cuñado de tu amiga. Ahora a reponerse psíquicamente, apoyarse mutuamente con tu hijo y a ser más cuidadosos evitando así la repetición de estos lamentables hechos.
ResponderEliminarMás que nunca me alegra estar leyéndote. Cuídate.
Me has tenido sobrecogido durante toda la lectura. Y lo del cuñado de tu amiga, ¡que desgracia!
ResponderEliminarMe alegra de que no pasara nada peor en tu casa.
Por cierto, y para desdramatizar un poco el post: que ingenioso guardar con candados los teléfonos.
Ánimo, estas cosas sólo pueden pasar una vez en la vida, y lo bueno es que tú ya lo pasaste y saliste airosa.
Un abrazo.
que horror! y nadie puede parar la delicuencia.
ResponderEliminarLas personas que a consecuencia de una situación traumática experimentan ansiedad, temor y reviven de forma involuntaria esos hechos traumáticos constantemente, pueden llegar a tener los mismos recuerdos sin que sean dolorosos pero si incómodos por los síntomas que se manifiestan, tras someterse a la EMDR se logra que desaparezcan.
ResponderEliminarSiento mucho que hayas pasado por tan amarga experiencia R.C. La inseguridad es algo muy desagradable y dentro de los males, agradezco ver que puedes contarlo y que los daños fueron materiales. Espero que puedas recuperarte muy pronto de esta situación.
ResponderEliminarLa delincuencia e inseguridad de la Ciudad de México fueron los motivos que me hicieron decidirme venir para Canadá, así que te entiendo perfectamente.
Un abrazo desde acá.