RIMA LVI
Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar... andar.
Moviéndose a compás como una estúpida
máquina el corazón:
la torpe inteligencia del cerebro
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe;
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que incesante con el mismo tono
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae,
y cae sin cesar.
Así van deslizándose los días
unos de otros en pos,
hoy lo mismo que ayer... y todos ellos
sin gozo ni dolor.
¡Ay! ¡a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
¡Amargo es el dolor; pero siquiera
padecer es vivir!
Gustavo Adolfo Bécquer
Bécquer solía repetir la frase de Lamartine de que «la mejor poesía escrita es aquella que no se escribe». No puedo imaginar que belleza, quedo pendiente de su tinta.
R.C. de Interés
R.C. de Interés
No cabe duda que Becquer, se caracteriza por se un romantico, pero con un profunda sensibilidad. Me gusta mucha su poesía
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