Milisant era un hada niña; y como todas las niñas, sea de la especie que sea, era traviesa, curiosa, dulce y juguetona. Vivía en un bosque mágico que era frontera con el mundo de los sueños, en el colegio de hadas, puesto que estaba aprendiendo a tener todos los poderes de un hada adulta. Era hija de una ninfa del bosque y un elfo enano; y la reina de las hadas había dicho a sus padres que necesitaba niñas para su clan de hadas verdes, y allá fue Milisant... a convertirse en hada verde.
Sólo que nuestra pequeña amiga no quería ser hada verde... Las hadas verdes son las encargadas de pintar de este color todos los árboles, las plantas, arbustos... que habitan en el bosque mágico. Ella quería ser un hada flor. Las hadas flor son aquéllas que, como las hadas verdes, se encargaban de dar color a todas las flores del bosque, pero con una ventaja: ellas podían utilizar infinidad de colores: rojo, rosa, blanco, azul, violeta, amarillo...
Milisant llevaba una estación en la escuela de hadas. En la próxima primavera, que sería muy pronto, tendría que salir a ayudar a las hadas adultas a colorear de verde todo el bosque. Para ello tenían que agitar las alas que la reina le había impuesto y éstas derramaban un polvillo verde que pintaba las hojas. Pero estaba enfadada. No quería llevar el color verde. Quería ser como las otras, como las hadas flor, y por eso estaba siempre haciendo travesuras y siendo castigada por ello.
Por fin llegó la primavera. La reina de las hadas congregó a todas sus súbditas y nombró jefas de grupo para comenzar su trabajo de todos los años. A Milisant le tocó ir con el grupo de Jhone, que era el encargado de dar color a las hojas de los pequeños arbustos. Era el trabajo más sencillo y por ello se le encargaba a las principiantes.
Jhone, precavida no dejó que Milisant se apartara de su lado, pues sabía de las travesuras que era capaz nuestra chiquitina.
Transcurría el día con tranquilidad. Milisant se aburría mucho, todas las hojas eran iguales y Jhone no le dejaba moverse para nada. Al cabo de un rato, se acercó un grupo de hadas flor y su jefa de grupo, ésta se puso a charlar con Jhone sobre el trabajo. Milisant veía maravillada los colores de las hadas flor... y entonces se dio cuenta de una cosa: ¡No había ninguna hada flor que llevara el color verde! Por eso, se le ocurrió una idea. Poquito a poquito se fue metiendo entre el grupo de las otras sin que nadie se diera cuenta.
Jhone y la otra hada terminaron de hablar y se despidieron. Ésta última se marchó junto con su grupo y Milisant, escondida entre ellas, también. Llegaron a un gran campo de flores y todas comenzaron a hacer su trabajo, y Milisant también. Empezó a teñir de verde las flores que más le gustaban. ¡Quedaban muy bonitas!.
De pronto la jefa del grupo flor la vio, y vio lo que estaba haciendo, y empezó a gritarle para que parara. Milisant, muy asustada se escondió en un capullo de rosa que antes había teñido de verde. Enseguida llegaron el resto de las hadas para ver el desastre y todas murmuraban reproches entre sí. De pronto, todo el mundo calló: era la reina Aldara, que llegaba a poner orden.
Durante un rato se quedó mirando la escena, después preguntó quien era responsable de aquel desaguisado. Jhone se adelantó cabizbaja y avergonzada y le contó toda la historia. Entonces la reina llamó a Milisant, le dijo que saliera de su escondrijo y le explicara porque había hecho aquello con las flores. Ella asustada, se lo contó todo, que se había dado cuenta de que las flores no era ninguna verde y por eso lo había hecho, porque ella quería ser un hada flor...
La reina sonrió y le dijo que tenía razón, eran muy bonitas y raras las flores verdes. Todos miraron asombradas como la reina se reía de la travesura de la pequeña en vez de ser castigada.
Así a partir de ese día, hubo un hada flor que teñía las flores de verde, y fue muy feliz, tanto, que llegó a amar el color verde.
FIN
Sólo que nuestra pequeña amiga no quería ser hada verde... Las hadas verdes son las encargadas de pintar de este color todos los árboles, las plantas, arbustos... que habitan en el bosque mágico. Ella quería ser un hada flor. Las hadas flor son aquéllas que, como las hadas verdes, se encargaban de dar color a todas las flores del bosque, pero con una ventaja: ellas podían utilizar infinidad de colores: rojo, rosa, blanco, azul, violeta, amarillo...
Milisant llevaba una estación en la escuela de hadas. En la próxima primavera, que sería muy pronto, tendría que salir a ayudar a las hadas adultas a colorear de verde todo el bosque. Para ello tenían que agitar las alas que la reina le había impuesto y éstas derramaban un polvillo verde que pintaba las hojas. Pero estaba enfadada. No quería llevar el color verde. Quería ser como las otras, como las hadas flor, y por eso estaba siempre haciendo travesuras y siendo castigada por ello.
Por fin llegó la primavera. La reina de las hadas congregó a todas sus súbditas y nombró jefas de grupo para comenzar su trabajo de todos los años. A Milisant le tocó ir con el grupo de Jhone, que era el encargado de dar color a las hojas de los pequeños arbustos. Era el trabajo más sencillo y por ello se le encargaba a las principiantes.
Jhone, precavida no dejó que Milisant se apartara de su lado, pues sabía de las travesuras que era capaz nuestra chiquitina.
Transcurría el día con tranquilidad. Milisant se aburría mucho, todas las hojas eran iguales y Jhone no le dejaba moverse para nada. Al cabo de un rato, se acercó un grupo de hadas flor y su jefa de grupo, ésta se puso a charlar con Jhone sobre el trabajo. Milisant veía maravillada los colores de las hadas flor... y entonces se dio cuenta de una cosa: ¡No había ninguna hada flor que llevara el color verde! Por eso, se le ocurrió una idea. Poquito a poquito se fue metiendo entre el grupo de las otras sin que nadie se diera cuenta.
Jhone y la otra hada terminaron de hablar y se despidieron. Ésta última se marchó junto con su grupo y Milisant, escondida entre ellas, también. Llegaron a un gran campo de flores y todas comenzaron a hacer su trabajo, y Milisant también. Empezó a teñir de verde las flores que más le gustaban. ¡Quedaban muy bonitas!.
De pronto la jefa del grupo flor la vio, y vio lo que estaba haciendo, y empezó a gritarle para que parara. Milisant, muy asustada se escondió en un capullo de rosa que antes había teñido de verde. Enseguida llegaron el resto de las hadas para ver el desastre y todas murmuraban reproches entre sí. De pronto, todo el mundo calló: era la reina Aldara, que llegaba a poner orden.
Durante un rato se quedó mirando la escena, después preguntó quien era responsable de aquel desaguisado. Jhone se adelantó cabizbaja y avergonzada y le contó toda la historia. Entonces la reina llamó a Milisant, le dijo que saliera de su escondrijo y le explicara porque había hecho aquello con las flores. Ella asustada, se lo contó todo, que se había dado cuenta de que las flores no era ninguna verde y por eso lo había hecho, porque ella quería ser un hada flor...
La reina sonrió y le dijo que tenía razón, eran muy bonitas y raras las flores verdes. Todos miraron asombradas como la reina se reía de la travesura de la pequeña en vez de ser castigada.
Así a partir de ese día, hubo un hada flor que teñía las flores de verde, y fue muy feliz, tanto, que llegó a amar el color verde.
FIN
Escrito por Amelia Ortiz Carreño
OBSERVACIONES: La prosa sencilla, bella y elegante se convierte en algo digno de admirar.
Hay que conocer y aprender la importancia de la creatividad en la vida
Me encantó el cuento!!! Excelente!!!
ResponderEliminarAl leerlo, me sentí una niña otra vez...
Gracias por publicarlo!!!
Laura de Bife.
Que bueno Laura, cuando pense en él, no pude resistirme, todos necesitamos un recreo de adultos y ser niños, y visitar la magia de la fantasía. Saludos
ResponderEliminarmuy bonito
ResponderEliminarQue bueno que te gusto Jose, un abrazo desde el mundo de las Hadas
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarEs una bonita fábula. Me recuerda mucho al argumento de una película de disney.
Un abrazo
Chema, que las hadas y los duendes, siempre esten, que rico tomar un descanso en el mundo de la fantasía. Cual será la pelicula de Disney? fantasia? Me cuentas. Un abrazo
ResponderEliminarhola
ResponderEliminarMe gusto mucho tu cuento, sigue adelante con este tipo de cuentos fantasticos
hola!
ResponderEliminarme gusto mucho tu cuento, sigue adelante con este tipo de historias fantasticas, me parece inspirador puesto que yo estoy escribiendo un blog de hadas. Espero me vistites, hasta luego
Excelente fantasía. Ojalá más gente no quisiera ser hada verde...
ResponderEliminarCarpe Diem
Sergio, que grandioso! Un blog de Hadas, claro que estare alli. Amo la hadas, los cuentos, la magia, la ilusión. Un abrazo
ResponderEliminarCosecha, te cuento que yo sería de las hadas rebeldes por llamarlo de alguna forma, pero con ideas propias. Pintemos el mundo verde y de colores!!! un abrazo
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarSi no me equivoco, la película a la que me refiero es "Tinkerbell".
Un abrazo
Chema,Si tienes razon es de hadas, Campanita, que la misma de Peter Pan, como hada y de las cosas mágicas que puede concretar, como cuidar la naturaleza o cambiar las estaciones del año, "aprende que la clave para resolver sus problemas está en encontrar sus habilidades únicas y descubre que cuando uno es fiel a sí mismo, pueden ocurrir cosas mágicas.", Muchas gracias, un abrazo
ResponderEliminarBonito relato, sencillo pero tierno, más parece para niños pero resulta refrescante sentirse por un rato uno, me gusta el nombre del hada verde Milisant y su rebeldía, al final consigue lo que desea lo que me alegra. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Gracias Mario, si estos relatos son para niños, pero como dices, en oportunidades es resfrescante, que le demos le demos un recreo al adulto, y tomemos al niño y disfrutemos de Milisant. Un fuerte abrazo amigo
ResponderEliminarMuy tierno y lindo tu relato.Es muy importante no deshacernos del niño que llevamoo dentro Esperemos que no sigas ofreciendo mas relato y este no sea el unico.Un saludo.
ResponderEliminarUn favor R.C. cuando Sergio publique el blog de hadas por favor pasame la direccion. A mi tambien me gustan desde siempre.Un beso.
ResponderEliminarMarian, que bueno que te gusto, hoy estuve chequeando donde Sergio, pero aun no esta el Blog de Hadas, estaremos pendientes. Te puedo dar este enlance:
ResponderEliminarhttp://rayajosenelaire.blogspot.com/2009/09/cuando-los-faunos-cuentan-cuentos.html