A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar. Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó, y que nada hicimos. Entonces la vida esconde su magia y su arte.Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día, y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz.
Ese niño que fuimos un día continúa presente…..
…Prestemos atención a lo que nos dice el niño que tenemos guardado en el pecho. No nos avergoncemos por causa de él. No dejemos que sufra miedo, porque está solo y casi nunca se le escucha.
Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día es diferente a otro.Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos que se sienta bien,
…Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar.Si no perdemos el contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida...
AUTOR :Paulo Coelho – A orillas del Río Piedra me senté y lloré.
Precioso! Dicen que los niños dicen la verdad. Nunca deberíamos perder esa inocencia infantil.
ResponderEliminarUn beso enorme
Cuando era una niña me hice una promesa y fue la de no olvidar mi infancia y dejar de ser feliz con las cosas sencillas. AL pasar los años y recordar esa promesa que me hice, me permito disfrutar de una buena película animada, de comprar un juguete nuevo para mi sobrinita y jugar con ella, de ir al circo y disfrutar de la función y de estar en la playa y jugar con la arena y el mar. El día que dejemos de tener alma de niños, creo que ese día empezaremos a morir.
ResponderEliminarBesos mi querida amiga.
Todos/as debemos conservar nuestro niño/a interior, es que nos avisa siempre de todo, me encanta este autor,es parecido a Louise Hay. Gracias por la preocupación por nuestra Uru. Te manda muchos besos, a los que me uno yo también. Gisela.
ResponderEliminarYo voy a hacer caso a lo escrito aquí, es un punto de vista muy interesante. Los niños son pureza.
ResponderEliminarAbrazo
Muchas veces ese niño que llevamos dentro se disfraza de consciencia y nos llama a su voz, nuestro error es no querer escucharla por miedo a ser humanamente sensibles.
ResponderEliminarBello relato.
Un cordial saludo.
Hola mi querida amiga... nunca hay que perder lo que llevamos de niños,
ResponderEliminaralgo precioso.. miles de besotes y lindo fin de semana
si es lLaMar la inocencia y simpleza infantil son un tesoro. Un fuerte abrazo mi niña
ResponderEliminarBella promesa Gladys y muy buena por cierto, si tenemos la voluntad y la forma de ser los niños seremos más felices y menos complicados. Un fuerte abrazo miq uerida amiga
ResponderEliminarGracias Gisela, te has convertido en el angel de comunicacion, amén de los cidados a nuestra Uru. Es parte de la vida conservar nuestro niño. Mil gracias por cuidar de nuestra Uru, y mil gracias ya eres amiga de la bloguesfera, bienvenida a nusta familia virtual, un fuerte abrazo a ambas
ResponderEliminarJosé, si los niños son pureza, se puede sentir amado, y habita en nuestra alma. Me da mucha alegria tenerte por aca, dire como niña: GUYPY!!!un fuerte abrazo de Montaña, te quiero mucho,Tita
ResponderEliminarAdrian suele ocurrir que nos da verguenza, no le damos permiso de salir, pero opodemos acllar su voz, imagina como seria todo serio. Un fuerte abrazo mi amigo
ResponderEliminarMi querida Balo, si los niños son la bendición del mundo, y nosostros no sofocamos al nuestra vida sera mucho mejor. Un fuerte abrazo mi querida amiga
ResponderEliminarQue cierta es esta historia, amiga RC, intentamos ahogar al niño que tenemos dentro por vergüenza a que no nos tomen en consideración, cuando en verdad si lo sacáramos a menudo seríamos mucho más felices y aprovecharíamos mejor muchos memoentos que se nos van.
ResponderEliminarBesos, RC