Caminaba, con sigilo, diría que sus pies, no tocaban el suelo, era el atardecer, las luciérnagas, empezaban a prender sus luces, los trinos de los pájaros se dejaban escuchar cada vez menos de regreso a sus nidos, como silenciando el día, abriendo la noche de luna tierna, con un única estrella que le acompañaba.
Llego a casa justo tiempo, respiro el olor a leña… que salía de la vieja estufa, no servia para cocinar, calentaba el ambiente, combinado, con el delicioso aroma del café recién hecho, la paz inundo su alma.
Encendió la luz, solo un instante, mientras encendía un sin fin de velas, se sirvió un café, un pastelito de limón, y encendió un cigarrillo, disfruto cada instante…
Se quedo un momento hipnotizado… no se que cuanto duro…
Luego, prendió otro cigarrillo y tomo su cuaderno de apuntes, las musas estaban con él…
“y bajo el gran roble, aquella tarde Susana, se prometió a si misma que lucharía, por lo que quería, primero definiría cómo alcanzarlo, debía saber en todo momento, que siempre hay mil formas de llegar, si no se puede de esta, salta a la otra, pondría la fotografía, por todos lados, para mantener presente su destino.
Destino? Y es que acaso no se lo estaba planteando ella, entonces cómo decir, que se puede hablar del destino conocido también como fatua, hado hocino.
Divagaba es una meta que te propones, como ladrillos lo que va construyendo tu pared, que se va convirtiendo en tu vida, o realmente ya traes un destino que vendría siendo, el poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la libertad o al libre albedrío.
De allí el siguiente planteamiento, realmente somos artífices de nuestro destino….”
Cuando sintió había escrito cuatro capítulos, y llenado un cenicero de colillas, las tazas de café, no las contó, simplemente las musas, habían llenado su pluma, empezaba a clarear el amanecer, se hizo un nudo en el sillón se quedo dormido.
Fuente Consultada: http://es.wikipedia.org/wiki/Destino
Autor: R.C. de Interés
Magnífico relato, Regina!!
ResponderEliminarYo creo que sí: Que nsotros mismos somos los artífices de nuestro propio destino...
Cariños y un beso enorme!!
Lau.
Es precioso leer relatos así. Felices fiestas!! Un abrazo!!
ResponderEliminarGran parte de culpa de nuestro destino creo que es nuestro, o sea, que si tenemos algo que ver en ello.
ResponderEliminarEstos relatos donde casi puedes oler el aroma del café,..me encantan.
Muy buen relato.
Feliz Navidad y un beso
La vida nos indica una ruta, pero el timón está en nuestra mano.
ResponderEliminarBesos navideños
Magnífico mi niña ;) El destino lo vamos diseñando poco a poco, para bien y para mal.
ResponderEliminarBesos enormes. TQM
Muy bonito
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