El éxito en cualquier actividad humana no se debe a factores externos, sino a factores personales.
Es falso que la suerte haga que nos vaya bien y es totalmente verídico que quienes tienen éxito son las personas o equipos que trabajan ‘adecuadamente’, es decir, hacen las cosas con plena conciencia de sus actos y con la capacidad que da el prepararse para desarrollar una actividad, porque el hecho de trabajar como locos no significa que se esté haciendo bien.
Muchas personas dejan su destino a la suerte y se escudan detrás de afirmaciones como: “Que suerte tuvo Juan al encontrar tan buen trabajo” o: “Si yo hubiese tenido la suerte de contar con el apoyo de mi familia...habría alcanzado el éxito profesional”.
Estas expresiones asignan poderes desmesurados a la suerte, quitando de nuestros hombros la responsabilidad que, para muchos, pesa demasiado: la responsabilidad personal por nuestro propio éxito y felicidad.
Al respecto, encontramos dos posiciones muy definidas:
• Los que consideran que las palabras “suerte” y “triunfo” no tienen cabida en la misma frase. Ellos se jactan de utilizar como lema personal la célebre oración que afirma: “Yo sí creo en la suerte; cuanto más trabajo, más suerte tengo”, como queriendo decir que la fuente del éxito es el trabajo duro y no la suerte.
• Aquellos que para justificar su mediocridad o quizás tratando de racionalizar su fracaso afirman que la suerte es la única que determina el éxito. Ellos creen que en la vida hay algunos afortunados que nacen con buena estrella, mientras que la gran mayoría, infortunadamente, nacen sin ella. Esta postura tiene muy poco de fundamento y mucho de conveniencia.
¿Hay algo más fácil qué culpar al destino por nuestros fracasos? La filosofía de la persona mediocre es aquella que dice: ¿Para qué preocuparse tanto por fijar metas, si total, lo que es para uno es para uno; y si no alcanzamos algo, pues es que no era para nosotros y seguramente no nos convenía, o quizás.... fue nuestra mala suerte?
Quien desea culpar al destino por sus desventuras, puede estar seguro que encontrará una excusa que le satisfaga, y aliados que la compartan. Pero el mayor inconveniente es que hacerlo no soluciona los problemas ni nos lleva más cerca de la realización de nuestras metas.
La falta de suerte es una de las excusas más comunes entre los fracasados. Pero, al igual que con cualquier excusa, ésta no produce soluciones reales y, sólo sirve para tranquilizar a la persona que la está dando.
¿Existe alguna relación entre la suerte y el éxito?
El gran escritor Norman Vincent Peale afirmó que:La suerte es el cruce de caminos donde la búsqueda se encuentra con la oportunidad.
En otras palabras, para que la suerte exista, deben darse dos elementos a un mismo tiempo: la búsqueda y la oportunidad. La buena noticia es que todos y cada uno de nosotros tiene la posibilidad de hacer coincidir estos dos elementos. Por un lado, debemos mantener un estado de búsqueda constante por todo aquello que nos pueda ayudar a triunfar y por otro, debemos encargarnos de crear las oportunidades que nos acerquen a la realización de nuestras metas. Esta es la fuente de la suerte y está en tus manos.
Es falso que la suerte haga que nos vaya bien y es totalmente verídico que quienes tienen éxito son las personas o equipos que trabajan ‘adecuadamente’, es decir, hacen las cosas con plena conciencia de sus actos y con la capacidad que da el prepararse para desarrollar una actividad, porque el hecho de trabajar como locos no significa que se esté haciendo bien.
Muchas personas dejan su destino a la suerte y se escudan detrás de afirmaciones como: “Que suerte tuvo Juan al encontrar tan buen trabajo” o: “Si yo hubiese tenido la suerte de contar con el apoyo de mi familia...habría alcanzado el éxito profesional”.
Estas expresiones asignan poderes desmesurados a la suerte, quitando de nuestros hombros la responsabilidad que, para muchos, pesa demasiado: la responsabilidad personal por nuestro propio éxito y felicidad.
Al respecto, encontramos dos posiciones muy definidas:
• Los que consideran que las palabras “suerte” y “triunfo” no tienen cabida en la misma frase. Ellos se jactan de utilizar como lema personal la célebre oración que afirma: “Yo sí creo en la suerte; cuanto más trabajo, más suerte tengo”, como queriendo decir que la fuente del éxito es el trabajo duro y no la suerte.
• Aquellos que para justificar su mediocridad o quizás tratando de racionalizar su fracaso afirman que la suerte es la única que determina el éxito. Ellos creen que en la vida hay algunos afortunados que nacen con buena estrella, mientras que la gran mayoría, infortunadamente, nacen sin ella. Esta postura tiene muy poco de fundamento y mucho de conveniencia.
¿Hay algo más fácil qué culpar al destino por nuestros fracasos? La filosofía de la persona mediocre es aquella que dice: ¿Para qué preocuparse tanto por fijar metas, si total, lo que es para uno es para uno; y si no alcanzamos algo, pues es que no era para nosotros y seguramente no nos convenía, o quizás.... fue nuestra mala suerte?
Quien desea culpar al destino por sus desventuras, puede estar seguro que encontrará una excusa que le satisfaga, y aliados que la compartan. Pero el mayor inconveniente es que hacerlo no soluciona los problemas ni nos lleva más cerca de la realización de nuestras metas.
La falta de suerte es una de las excusas más comunes entre los fracasados. Pero, al igual que con cualquier excusa, ésta no produce soluciones reales y, sólo sirve para tranquilizar a la persona que la está dando.
¿Existe alguna relación entre la suerte y el éxito?
El gran escritor Norman Vincent Peale afirmó que:La suerte es el cruce de caminos donde la búsqueda se encuentra con la oportunidad.
En otras palabras, para que la suerte exista, deben darse dos elementos a un mismo tiempo: la búsqueda y la oportunidad. La buena noticia es que todos y cada uno de nosotros tiene la posibilidad de hacer coincidir estos dos elementos. Por un lado, debemos mantener un estado de búsqueda constante por todo aquello que nos pueda ayudar a triunfar y por otro, debemos encargarnos de crear las oportunidades que nos acerquen a la realización de nuestras metas. Esta es la fuente de la suerte y está en tus manos.
Autor: Camilo Cruz
http://www.ganaropciones.com/unminuto18.htm
No podría estar más de-acuerdo, ya he dicho en más de una oportunidad que, "Mana del Cielo, no nos caerá" para alcanzar el éxito, debemos trabajar mucho, buscando oportunidades y lograrlas convertir en metas cumplidas, lo que será de éxito en nuestras vidas; fácil no es, requiere "dedicación y esfuerzo"
R.C. de Interés
Ecxelente cuanto nos compartes en este blog amigo, muy buenos artículos. Te felicito, yo igual me muevo en el mundo de la Publicidad y el Mercadeo, pero con poca experiencia en el area realmente. Un abrazo venezolano.
ResponderEliminarTodo triunfo está hecho de tres factores: preparación, espera y oportunidad."
ResponderEliminarEleuterio Manero
A VECES LAS MAYORIA DE LAS PERSONAS NO ENTIENDEN A LOS DEMAS POR IGNORANTES ANTE LA SOCIEDAD EN QUE VIVIMOS.
ResponderEliminarJOSE aRIAS
20 dICIEMBRE 2009