jueves, 13 de agosto de 2009

CUADRA EXACTAMENTE ASI


Para los que no lo sabían, les cuento que trabaje por años en el mundo financiero. Es apasionante y requiere tus veinte sentidos bien puestos.
Entre las cosas que tenía que hacer, por supuesto estaba visitar clientes, muy especiales y complejos algunos. 
Hay de todo, los buenas gentes, los reacios, los mal encarados, los susceptibles, los solteros, los casados, los rabo verde, los chistosos, los serios…en fin una completa gama, y cada uno es especial y particular…ya les iré contando.
- ¡Ohhh cielos! Pero como en todo, me pasan cosas insólitas. Quiero compartirles una anécdota…
Tenía una cita, de esas que son muy importantes, con el gerente de un holding de varias empresas fuertes…para que me recibiese, moví cielo y tierra. De aquellas citas que tienes que hacerte amiga de la secretaria (sino te taclea la llamadas), pedirle un par de personas que te introduzcan….llamar a uno de los socios de la empresa, para que hable con el gerente, y le diga que tiene que cerrar negocio contigo (esto ultimo no es cierto, sino que fácil).
Para no hacerles el cuento largo, conseguí la cita, guahhh… no se pueden imaginar todo lo que me preparé, compre un saco nuevo, lustre los zapatos, repace con compañeros, invertí en el salón de belleza, prepare mis carpetas el material, pelee con mi gerencia para llevar propuestas extraordinarias…
Llegue al edificio media hora antes, todo listo (por supuesto con un chocolate para la secre.), lista para hacer, hoyo en uno (dirían en el golf).
Tome el elevador al pent-house del edificio, me anuncio, y lo de rutina…
Me conduce una secretaria a la oficina del Gerente, espléndida por cierto, en la que se encontraban, él y el gerente financiero. Después del consabido saludo, intercambio de tarjetas, y acomodarnos. Empecé rompiendo el hielo, y poco a poco fui haciendo mi presentación (cuando las hacia me sentía como pez el agua, los nervios quedaban atrás, y Dios gracias las cosas caminaban)…Pero… está vez cuando llegó el momento de hacer números….# # # # para ver tasas efectivas, impuestos sobre productos financieros, en fin llegar a la rentabilidad del negocio…
Mientras hablaba, empecé a meter la mano en mi bolsa, …para sacar la calculadora, al tiempo que el gerente financiero empezaba a dar sus cifras,…la encuentro, y la saco.
- ¡Ohh Mi Dios!!!! Resulta que en vez de calculadora tengo ¡el control de la televisión en mi mano!
El gerente financiero,???, preguntaba si me resultado era igual al suyo. Y tienes que estar de acuerdo, exacto, no se puede variar... porque sino: “usted me dijo que iba a ganar tanto”, y en finanzas todo debe "cuadrar".
No me quedo de otra que hacer como que estaba sacando el dato, agachando el control de la tele. Y al mismo tiempo pensaba en matar a mis hijos, que por esa época estarían en tercer y cuarto grado de primaria.
Yo les tenía prohibido que usaran la calculadora en los deberes de matemática, y los muy genios, para que no me diera cuenta, cambiaron la calculadora por el control de la tele. Y luego no hicieron el cambio de regreso.
Ese día me salieron un par de canas verdes, mientras contestaba en la cita, “cuadra exactamente así”, ha sabiendas que si había alguna diferencia, después de firmado, tendría cuando menos un serio problema con mi gerencia.

No esta demás decir que en cuanto llegue a mi oficina, repase los datos y ...¡correctos!
Y que cuando llegue a mi casa, escondí mi supuesta calculadora, los genios, a los que amo con todo mi corazón, pasaron sin televisión y sin control de la tele, por varios días.

Autor: R.C. de Interés
- de relatos de mi vida -

3 comentarios:

  1. ; )
    Pues fíjate mi estimada amiga, ese tipo de anécdotas por las cuales bien valen la pena ese par de "canas verdes" pues quedan para la historia con simpáticos recuerdos que muchas sonrisas nos permite disfrutar, y compartir. Un gran abrazo desde mi querida Venezuela amiga.

    ResponderEliminar
  2. Hay mi amiga... a tí si que te pasa cada cosa... que bueno que tienes la chispa, para seguir, yo me hubiera quedado ida del mundo

    ResponderEliminar
  3. Amiga R.C., sin ninguna intención de crítica te traigo una solución distinta a aquella embarazosa situación que has debido vivir y sabiendo de antemano que es fácil opinar cuando algo no se vive "en el propio pellejo". Pero aun así te diré que creo que hubiese optado por compartir la situación tal y como era con el potencial cliente. Lo hubiese invitado a reírnos juntos y hubiese quizás ganado su confianza mostrándole mi sinceridad.
    En cuanto a "matar a tus hijos", ten cuidado hoy en día con estas expresiones cuyo realismo está de moda y pudiera dar lugar a una interpretación distinta a la que por supuesto le has querido dar (broma).
    Un abrazo, amiga.

    ResponderEliminar

Gracias tú opinión, es muy valiosa para mí y me agrada conocerla.