domingo, 4 de octubre de 2009

PERSEO

Perseo era hijo de una mujer mortal, Dánae, y del gran dios Zeus, el rey de cielo. El padre de Dánae, el rey Acrisio, había sabido por un oráculo que algún día su nieto lo mataría y, aterrorizado, apresó a su hija y expulsó a todos sus pretendientes. Pero Zeus era un dios y quería a su hija Dánae. Entró en la prisión disfrazado de aguacero de lluvia de oro, y el resultado de su unión fue Perseo. Al descubrir Acrisio que, a pesar de sus precauciones, tenía un nieto, metió a Dánae y a su hijo en un arcón de madera y lo arrojó al mar, esperando que se ahogaran.
Pero Zeus envió vientos suaves para que empujaran a madre e hijo a través del mar hasta la orilla. El arcón llegó a tierra en una isla donde lo encontró un pescador. El rey que gobernaba en la isla recibió a Dánae y a Perseo y les ofreció refugio. Perseo creció allí fuerte y valiente, y cuando su madre se sintió incómoda por las insinuaciones que no deseaba del rey, el joven aceptó el desafío que lanzó este molesto pretendiente. El desafío consistía en traerle la cabeza de la Medusa Gorgona.

Perseo no aceptó esta peligrosa misión porque deseara adquirir gloria personal, sino porque amaba a su madre y estaba dispuesto a arries­gar su vida para protegerla.

La Medusa Gorgona era tan horrorosa que sólo con mirarle a la cara con­vertía en piedra al observador. Perseo necesitaba la ayuda de los dioses para ven­cerla; y Zeus, su padre, se aseguró de que le ofrecieran esa asistencia. Hades, el rey del inframundo, le prestó un casco que hacía invisible al portador; Hermes, el Mensajero divino, lo proveyó de sandalias aladas, y Atenea le dio la espada y un escudo especial pulido con tanto brillo que servía como espejo. Con este escu­do, Perseo pudo ver el reflejo de Medusa, y de ese modo le cortó la cabeza sin mirar directamente a su horrible rostro.

Con esta cabeza monstruosa, convenientemente oculta en una bolsa, volvió para casa. Durante el viaje vio a una doncella hermosa encadenada a una roca que había en la playa, esperando la muerte a manos de un terrible mons­truo marino. Supo que se llamaba Andrómeda y que la estaban sacrificando al monstruo porque su madre había ofendido a los dioses. Conmovido por su situación y por su hermosura, Perseo se enamoró de ella y la liberó, convirtiendo al monstruo en piedra con la cabeza de la Medusa Gorgona. Después, regresó con Andrómeda para presentársela a su madre que, en su ausencia, se había sentido muy atormentada por las insinuaciones del malvado rey, hasta el punto que, desesperada, tuvo que buscar refugio en el templo de Atenea.

Una vez más, Perseo sostuvo en el aire la cabeza de la Medusa, convirtiendo en piedras a todos los enemigos de su madre. Después le entregó la cabeza a Atenea, que la montó en su escudo, con lo que en adelante se con­virtió en su emblema. También devolvió los otros dones a los dioses que se los habían dado.

Andrómeda y él vivieron en paz y armonía desde entonces y tuvieron muchos hijos. Su único pesar fue que, cierto día, mientras tomaban parte en unos juegos atléticos, lanzó un disco que llegó demasiado lejos impul­sado por una ráfaga de viento, y accidentalmente golpeó y mató a un anciano. Este hombre era Acrisio, el abuelo de Perseo. Al final, de esta forma se cumplió el oráculo que el difunto anciano tanto se había esforzado por evitar. Pero en Perseo no había ningún espíritu de rencor ni de venganza y, debido a esta muerte accidental, no quiso seguir gobernando su legítimo reino. En con­secuencia, intercambió los reinos con su vecino, el rey Argos, y construyó para sí una ciudad poderosa, Micenas, en la que vivió largo tiempo con su familia en amor y honor.

COMENTARIO: Perseo es siempre decente y caballeroso. Perseo es una imagen de algo que hay en nuestro interior y que puede alcanzar metas sin hacer que sufran los que no tienen culpa. Castiga sólo a los que merecen castigo y siempre honra y respeta a los dioses. Devuelve sus dones, porque sabe que es mortal y no tiene ningún derecho a exigir atributos divinos. Ya al final de la historia se comporta con sensibilidad, renun­ciando a su reino de pleno derecho, a causa de la desgraciada muerte de su abue­lo. Es capaz de perdonar a Acrisio por su odio corrosivo y no se siente obligado a buscar venganza. Quizá por eso viva mucho tiempo y felizmente con su madre, su esposa y sus hijos, que es algo poco usual en el mito griego.

12 comentarios:

  1. Bonita historia, me sonrei al leerla, porque hace poco mi hija me la leyo de un trabajo suyo para clase,,,que trengas un bonito dia, un beso

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  2. la mitologia me encanta es muy extensa y enriquecedora y se da para diferentes interpretaciones un saludo me ha gustado el post

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  3. La mitología siempre nos impregna de mágia, esa unión de Dioses y hombres, siempre hay simbolismo que nos sirve en muchisimas oportunidades de lección, aqui has expuesto la historia de Perseo, pero también algo de reflexión, lo que ha de ser será, el oráculo se cumplio, y por otra parte la falta de intensionalidad lo libera sin dejar de sentir responsabilidad, y dentro de ella seguir adelante en otro lugar
    Saludos especiales Amiga

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  4. Gracias, Mery que bueno que te gusto,a mi me gusta mucho porque de normal la mitología griega que es fascinante, no termina muy feliz. Un fuerte abrazo para tí y para tu hija

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  5. Gracias, Nafire! La mitologia, me apasiona desde el cuarto curso, nos llego a gustar tanto que en clases, nos enviamos mensajes con nombres de dioses, desde el Olimpo. La mitología griega tiene ese punto, que los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos.Es un tema que disfruto mucho. Un fuerte abrazao y un beso

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  6. Sí es mágica, como dices Bichita, y el destino, lo que marcaba el oraculo, se volvio realidad, lo que decía el Oraculo de Delfos, se cumplía, no en valde, fué el centro religioso del mundo helénico. También se cumple en el mito tragico de Edipo, son numerosos los episodios de la milogía donde se le cita. Un fuerte abrazo

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  7. Tu sabiduría alcanza las Montañas, Tita

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  8. Sólo la montaña del Olimpo! jaja, me queda mucho por aprender, pero cuando leo, hay cosas que encuentro y desencuentro. Se que Zeus, en Tesalia, es presentado de dos maneras muy diferentes: como dios de la justicia y la clemencia y como responsable del castigo a la maldad. Viste como encuentro y desencuentro? un fuerte abrazo

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  9. Perseo conocía la ecuanimidad.

    Tambien escribo sobre mitología. En mi Blog escribí recientementesobre la historia del centauro Quirón y su sacrificio al morir en lugar de Prometeo. Otro acto de abnegado amor y sabiduría.

    ((Quirón...un amor 'distinto'))

    Un beso.

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  10. Hola,

    Este tipo de historias mitológicas son de lo más atrayente. Siempre me han gustado y la historia que has contado es muy hermosa. El hombre ha de ser consecuente con sus decisiones e intentar un beneficio com ún para todos.

    Abrazos

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  11. Tal como dices tu post "Quirion, un amor distinto" es un acto de amor. Cito parte de tu anotación y la dirección, para que lo puedan ver completo:'Sólo una Consciencia más amplia de la vida, una Consciencia más profunda de nuestro propio dolor y del dolor ajeno, nos permitirá ayudarnos a superar nuestros contratiempos y los del prójimo'.
    http://lamaga-relatos.blogspot.com/search?updated-max=2009-10-04T07%3A23%3A00-07%3A00&max-results=1
    Un abrazo

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  12. Pues, Chema, esta anotación ha sido un placer, hacerla, me encanta la Mitología, y creo que hay un poco de Perseo en todos, que podemos alcanzar metas sin hacer que sufran los que no tienen culpa. Un fuerte abrazo mi amigo

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Gracias tú opinión, es muy valiosa para mí y me agrada conocerla.