jueves, 10 de febrero de 2011

AMOR Y APEGO (2. FIN)

Hay indiferencias que se confunden con el amor, pero no son más que un endurecimiento del corazón. Hay personas que como no están apegadas a nadie piensan que aman a todo el mundo. Hay quienes sin haber zarpado piensan que ya han arribado. La Vida por sí sola no puede producir amor, sólo puede engendrar atracción, placer, apego, cansancio y aburrimiento, todo ello mezclado con ansiedad, posesividad, tristeza y dolor. Cuando todo esto se ha repetido una y otra vez, en un ciclo constante, llega un momento que acabamos hartos y quisiéramos poner fin a todo el proceso. Si tenemos la suerte de no encontrarnos con ninguna otra cosa o persona que atraiga nuestra atención, podremos vivir una paz un tanto frágil y precaria. Eso es todo lo que la vida puede ofrecernos, aunque es posible que lo confundamos con la libertad y acabemos muriéndonos sin haber conocido jamás lo que significa ser realmente libres y amar.

La capacidad de hacer el mal o de ser malo no tiene que ver con la libertad, sino que es una enfermedad, una falta de consciencia y de sensibilidad. La persona verdaderamente libre no puede obrar inadecuadamente y hacer daño. El pobre ser que tenemos ante nosotros y hace el mal es un ser lisiado, ciego y cojo; no es la persona terca y malévola que neciamente creemos. Necesitamos comprender esta verdad, considerarla detenida y profundamente. Si así lo hacemos veremos cómo nuestras emociones negativas dan paso a sentimientos de ternura y a la compasión, cómo se abre un espacio en nuestros corazones para quienes habían sido ignorados y despreciados por los demás y por nosotros mismos.

El amor surge cuando hay libertad. En el momento en que entran en juego la coacción, el control o el conflicto, en ese mismo momento muere el amor. La rosa, el árbol y la lámpara nos dejan completamente libres; no harán el menor esfuerzo por arrastrarnos al aroma, a la sombra o a la luz, aunque pudieran pensar que es lo mejor para nosotros. En cambio, tenemos que ser capaces de ver toda la coacción y todo el control a los que los demás nos someten y a los que nosotros mismos nos esclavizamos cuando, para comprar su amor y su aprobación, tratamos de responder a sus expectativas. Cada vez que nos sometemos a este control destruimos nuestra capacidad natural de amar porque no es adecuado entrar en ese juego esclavizante, y todo lo que no es adecuado es desamor. La libertad no es más que otra palabra para referirnos al amor.
Fuente:http://www.proyectopv.org/1-verdad/amoryapego2.htm
NOTA:Este articulo me pareció claro y excepcional es tomado de su fuente tal cual

R.C. de Interés

6 comentarios:

  1. Fantástico artículo mi niña ;) Y muy clarito como bien dices. Gracias por compartirlo.
    Besos enormes

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  2. A propósito de lo que explicas en tú entrada, (andamos en la misma onda) Antony de Mello dice: En donde hay amor no hay exigencia, no hay expectativa, no hay dependencia (apego). Yo no exijo que usted me haga feliz, mi felicidad no esta en usted. Si usted me dejara, no me condoliera de mi mismo, yo disfrutaría enormemente de su compañía, pero no me aferro ...
    Esto es liberarse de los apegos, vivir apegado a una persona, status o cosas significa estar a merced de lo que esta afuera hay que buscar en nuestro interior y estar en el yo en lugar del mi, excelente entrada Amiga del Alma un abrazo

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  3. "Si amas a alguien, déjalo partir, si vuelve, es tuyo, si no lo hace, nunca lo fue", ese ha sido mi lema con los dos grandes amores que he tenido (aparte de mis hijos), uno era mi marido que falleció de cáncer de hígado y el segundo está, desgraciadamente, en una silla de ruedas por culpa de la droga, que Dios le ayude siempre...
    Lindo fin de semana y millones de muaks R.C.,

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  4. LaMar, gracias mi niña me parecio una muy buena explicación, Un fuerte abrazo

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  5. Mi amiga del Alma Bichita, creo que es lo que por lo menos a mi me ha pasado en algun momento durante el enamoramientro colocamos virtudes que posee la otra persona una lampara, no es un arbol, sebras cuanto medite cuando lo ley y lo interminable de lo podemos ver al respecto, pero la realidad es que no actuamos por la otra persona sino para nosotros mismos, para que nos alimente la autoestima. En el mismo canal, un fuerte abrazo

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  6. Ross quiero emprezar diciendo lo mismo que tú, Dios le ayude.
    La libertad es lo hace permite crecer el amor ya seguimos siendo nosotros mismos, y ellos mismos, cuando empezamos con coacciones, exclavizamos las relacion y matamos el amor. Un fuerte abrazo mi amiga

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Gracias tú opinión, es muy valiosa para mí y me agrada conocerla.