Había una vez un niño que paseando por un bosque creyó escuchar una triste lamento, como si lloraran cantando. Siguiendo el ruido llegó hasta una gran fuente circular, misteriosa y gris. De su estanque parecía surgir aquel sollozo constante; y al asomarse, entre las sucias aguas de la fuente no vió más que un grupo de grises peces girando en círculo lentamente, de cuyas bocas surgía un sollozo con cada vuelta al estanque.Divertido por la situación, el niño trató de atrapar uno de aquellos increíbles peces parlantes, pero al meter la mano en el agua, se volvió gris hasta el codo, y una enorme tristeza le invadió, al tiempo que comprendió enseguida la tristeza de aquellos peces: sentía lo mismo que sentía la tierra, y se sentía sucio y contaminado.Sacó la mano del agua rápidamente, y se fue corriendo de allí. Pero aquella mano siguió gris, y el niño siguió sintiéndose triste.Probó muchas cosas para alegrarse, pero nada funcionaba, hasta que se dió cuenta de que sólo devolviendo la alegría a la tierra podría él estar alegre. Desde entonces se dedicó a cuidar del campo, de las plantas, de la limpieza del agua, y se esforzaba porque todos obraran igual. Y tuvo tanto éxito, que su mano fue recobrando el color, y cuando el gris desapareció completamente, y volvió a sentirse alegre, se atrevió a volver a ver la fuente. Y desde lejos pudo oír los alegres cánticos de los peces de colores, que saltaban y bailaban en las cristalinas aguas de aquella fuente mágica. Y así supo que la tierra volvía a estar alegre, y él mismo se sintió de verdad alegre.
Autor:Pedro Pablo Sacristan
ENSEÑANZA: dar el medio ambiente es un motivo de alegría sincera
Fotografía: R.C. de Interes
Una preciosa historia con una gran enseñanza! Gracias por compartirlo mi niña.
ResponderEliminarUn beso enorme
Gracias a tí LaMar que siempre nos visitas, me alegro que te guste, un fuerte abrazo mi niña
ResponderEliminarMe ha encantado este relato RC, es un cuento ejemplarizante. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPrecioso cuento, RC. :)
ResponderEliminarPasa por mi blog, tienes un premio esperándote. ;)
Besos.
Hola mi bella amiga..
ResponderEliminarNo podía dejar pasar más tiempo sin darte un beso.. muakkss... precioso relato y preciosa enseñanza...
Voy a ver donde estas en Bitácoras y cuenta con mi voto, pero tengo que buscarte...
Cuídate mucho mi preciosa niña.. nunca me olvido de ti.. Lindos sueños y muy bello despertar... Muakksssssssss
Preciosa historia. Un bonito cuento para leer antes de acostarse. Quizás así fueramos conscientes de que es necesario contactar ocn la tierra y por lo tanto con la vida.
ResponderEliminarBesos desde España
Recuerdo una historia similar de hace años atrás. Mis primos que tendrían como unos 4 años, y yo ibamos en una especie de canoa, en eso les salpicó agua, pero estaba tan sucia que dijeron "nos cayó lodo" en vez de decir "agua". Día a día ensuciamos más el planeta, ojalá y tomáramos la suficiente conciencia como para ya no seguir maltratandolo.
ResponderEliminarUn beso para ti! Buen post.
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ResponderEliminarMi querido Joju, estos cuentos nos aportaciones a nuestra vida, y ahora que viene el Blog Action Day, un poquito de medio ambiente cae bien, Un fuerte abrazo mi querido amigo
ResponderEliminarGracis mi querida Olvido por el honor que me haces, ya me lo he traido con mucha emoción y agradecimiento. Un fuerte abrazo querida amiga
ResponderEliminarMi querida Balo, TQM, no estado muy regular en bitacoras, en anotaciones y comentarios, pero estoy como tu hace un par de meses, el trabajo me esta tragando, pero igual eres mi dulce y querida amiga
ResponderEliminarTaina, tienes razón es de ser concientes, eso ayudaria mucho a conservar y porque no mejor nuestro medio ambiente. Un fuerte abrazo mi amiga
ResponderEliminarMi querida Gladys a lo que hemos llevado el planeta, esta anecdota, del lodo en vez de agua lo explica extraordinario, y por cierto el tema del Blog Action Day es "Agua". Un fuerte abrazo mi querida amiga
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